Las apuestas deportivas consisten en predecir el resultado de un evento (por ejemplo, qué equipo ganará, cuántos goles se marcarán o quién será el máximo anotador) y colocar dinero en esa predicción. Si aciertas, ganas; si no, pierdes.
Suena simple, pero la realidad es que detrás hay probabilidades, estadísticas y, por supuesto, un componente de azar.